Dulce manantiál efímero en el tiempo...
la magia del recuerdo.
Albunes secretos e invisibles.
Flores frescas en un jardín que solo vé la mente.
Un té que se enfria.
Un chocolate casi de niña.
Un lugar... una esquina.
Un silencio que ilumina.
Eterna nostalgia que por su condición nunca termina.
La ternura de una caricia...
el alma ganando espacio
con la ilusión que ya se sabe perdida.
Noches inválidas de sueño...
punto y coma de la vida.
Y le llaman egoista!
Cuando inventa una sonrisa
cuando recorre los límites
para enmascarar su desdicha.
Y...su rostro brilla.
Tez opaca que transforma en brillante
cual si fuese la representación
de un gran artista.
Bufón de los escenarios de la vida
sin maquillaje y en carne viva.
Un té que se enfria.
Un chocolate de niña
Un silencio que ilumina...
Elizabeth
